El domingo 13 de marzo fui a Santa Isabel, lo que más me gusto fue ver los frondosos arboles llenos de blancos azahares como si estuvieran vestidos para recibir al visitante que llega para admirar su belleza natural, perfumados naranjos, limos y limones. Preparándose para recibir la primavera, la cual les permita hacer crecer sus ricos frutos. Espero animosa ver la migración de mariposas, recuerdo un año en el que yo me encontraba en el patio de mi casa, observe sobre una rosa roja de los rosales de mi madre, una hermosa mariposa blanca, de pronto como el yacimiento de un manantial de agua, brotaron decenas de mariposas por todos lados, de repente me vi tan sorprendida por tan bello acontecimiento, ya no solo eran mariposas blancas, sino también amarillas y cafés, fue el anuncio de la primavera para ese año, en los últimos años no me ha tocado volver a vivir tan maravillosa experiencia pero deseo que así sea y que mis descendientes también puedan vivirlo.
Recordemos que la contaminación y daño que le estamos haciendo a la nuestro planeta hace que nuestras familias no lleguen a ver este tipo de eventos, que no solo se quedan en la memoria, si no que también te hacer reflexionar sobre lo compleja y a la vez tan valanceada son los procesos que se llevan en la naturaleza. La armonía de la naturaleza, en donde cada elemento realiza su parte que le corresponde y que permite que todo funcione a la perfección en los lugares en donde la mano del hombre aun no llega y da como resultado admirables paisajes, desde mi punto de vista no tiene comparación alguna con mi profesión, a pesar de que planea, trabaja en equipo y hasta en el mejor de los casos cada elemento hace su parte, no siempre se obtiene un producto que nos satisfaga.
La naturaleza no es tan egoísta como los humanos, es por eso que ella nos comparte cada día su belleza, por otro lado nosotros si nos exigimos cosas tan perfectas que en nuestro intento por tenerlo, destruimos plantas, arboles, animales y ecosistemas que afectan a nuestro planeta tierra. Quiero compartirles otra de mis experiencias, de cuando aun era niña recuerdo mi ir tomada de la mano de mi madre, caminando por un pequeño sendero de terraceria, rodeado de grandes plantas, entre los que mas recuerdo eran los platanillos, con orquideas amarillas, rojas y blancas, el sonido del riachuelo que hacia que creciera suficiente vegetación al rededor de el como para perderte entre ellas, tal vez era mi corta edad y la capacidad de asombro que tenemos cuando eres niño pero los arboles de huamuchil, higos, paraísos y parotas, me parecían enormes y tan majestuosas como un gigante que daba una fresca sombra, sobre la cual nos poníamos a descansar antes de llegar a nuestro destino, después de largas caminatas y deleitarme con el canto de los pajaros, podría ver el agua que corría a través del rió que pasa por la comunidad, enormes piedras a los lados del rió, hacia que me sintiera grande dentro de tan hermoso paisaje, ni que decir de los chapusones que mis sobrinos y yo nos dábamos mientras nuestras madres preparaban el pic nic, en ocasiones, cuando nuestros padres nos acompañaban, ellos hacia la labor de todo proveedor de un hogar, hacia pesca en el rió, si aquellos tiempos aun había muchos peces, cangrejos y camarones de rió. Por cosas como estas creo que me ha tocado vivir cosas que tal vez si seguimos maltratando nuestro planeta, no les tocara ver a las futuras generaciones.
Solo espero que las personas que me leen compartan conmigo, este principio, pues para modificar la actitud de la humanidad respecto a la naturaleza, debe empezar en nuestro propio hogar. Paisanos cuando visiten nuestra comunidad por favor mantenganla limpia, recuerden lo bonito que fue tenerla con una belleza natural. Olvidemos los lujos de las ciudades y tratemos de estar en armonía con nuestro ecosistema para que nuestros descendientes se sientan orgullosos de nosotros, gracias y hasta pronto.
Recordemos que la contaminación y daño que le estamos haciendo a la nuestro planeta hace que nuestras familias no lleguen a ver este tipo de eventos, que no solo se quedan en la memoria, si no que también te hacer reflexionar sobre lo compleja y a la vez tan valanceada son los procesos que se llevan en la naturaleza. La armonía de la naturaleza, en donde cada elemento realiza su parte que le corresponde y que permite que todo funcione a la perfección en los lugares en donde la mano del hombre aun no llega y da como resultado admirables paisajes, desde mi punto de vista no tiene comparación alguna con mi profesión, a pesar de que planea, trabaja en equipo y hasta en el mejor de los casos cada elemento hace su parte, no siempre se obtiene un producto que nos satisfaga.
La naturaleza no es tan egoísta como los humanos, es por eso que ella nos comparte cada día su belleza, por otro lado nosotros si nos exigimos cosas tan perfectas que en nuestro intento por tenerlo, destruimos plantas, arboles, animales y ecosistemas que afectan a nuestro planeta tierra. Quiero compartirles otra de mis experiencias, de cuando aun era niña recuerdo mi ir tomada de la mano de mi madre, caminando por un pequeño sendero de terraceria, rodeado de grandes plantas, entre los que mas recuerdo eran los platanillos, con orquideas amarillas, rojas y blancas, el sonido del riachuelo que hacia que creciera suficiente vegetación al rededor de el como para perderte entre ellas, tal vez era mi corta edad y la capacidad de asombro que tenemos cuando eres niño pero los arboles de huamuchil, higos, paraísos y parotas, me parecían enormes y tan majestuosas como un gigante que daba una fresca sombra, sobre la cual nos poníamos a descansar antes de llegar a nuestro destino, después de largas caminatas y deleitarme con el canto de los pajaros, podría ver el agua que corría a través del rió que pasa por la comunidad, enormes piedras a los lados del rió, hacia que me sintiera grande dentro de tan hermoso paisaje, ni que decir de los chapusones que mis sobrinos y yo nos dábamos mientras nuestras madres preparaban el pic nic, en ocasiones, cuando nuestros padres nos acompañaban, ellos hacia la labor de todo proveedor de un hogar, hacia pesca en el rió, si aquellos tiempos aun había muchos peces, cangrejos y camarones de rió. Por cosas como estas creo que me ha tocado vivir cosas que tal vez si seguimos maltratando nuestro planeta, no les tocara ver a las futuras generaciones.
Solo espero que las personas que me leen compartan conmigo, este principio, pues para modificar la actitud de la humanidad respecto a la naturaleza, debe empezar en nuestro propio hogar. Paisanos cuando visiten nuestra comunidad por favor mantenganla limpia, recuerden lo bonito que fue tenerla con una belleza natural. Olvidemos los lujos de las ciudades y tratemos de estar en armonía con nuestro ecosistema para que nuestros descendientes se sientan orgullosos de nosotros, gracias y hasta pronto.